Cuando la duda invada tu alma, ten levantado el corazón, deseando sinceramente llegar hasta el final.
Cuando las ofensas y calumnias hayan herido tu espíritu, no des lamentos inútiles; emplea el tiempo en trabajos constructivos, sosteniendo a todos los que necesitan de tu apoyo.
¡No te dejes deprimir por el sufrimiento!
Al contrario, levanta el corazón confiado al cielo, y pide ayuda.