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No te exasperes, no te irrites, no discutas...
La mansedumbre y la serenidad seducen corazones y simbolizan la felicidad.
Nadie se resiste ante una persona calmada y serena, y ella sí los puede resistir a todos.
No hay fuerza alguna capaz de tumbar la mansedumbre, y para ella nada tiene carácter de obstáculo.
Los mansos y dueños de sí consiguen en el mundo todo lo que quieren con la ventaja de que jamás dañan su salud, que les es preciosa.
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