Vive tu vida espiritual con más intensidad,
porque Dios vive permanentemente en ti,
no obstante tus imperfecciones y defectos.
El Padre vive en todas las cosas de la creación,
convocando a todas las creaturas a los caminos
de la justicia, de la virtud y del amor.
Nadie puede destruir esta verdad:
Dios está en ti. Aprende a descubrirlo
y habrás conquistado la felicidad.