Aleja de tu corazón todos los recuerdos tristes.
Remover tus propias culpas, ¿conseguirá sanar el mal hecho?
¡De ninguna manera!
Cuanto más revuelves en tu alma las tristezas de ayer, más sufres y sin ningún resultado.
Orienta tu mente hacia hermosos recuerdos, momentos felices y obras de ayer que fueron gratas.
Enciende la luz, para que se vaya la oscuridad.
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