Si aun no lograste perdonar sin olvidar, es porque no has llegado a comprender la verdad y el camino para hacerlo.
Procura perdonar y olvidar las amarguras y ofensas, las intrigas y calumnias.
Tienes que asumir tales actitudes, de modo que ninguna de las calumnias llegue a afectarte.
Perdona y sigue andando.
Cuando el calumniador abra los ojos, ya estarás tan lejos de él, que no
alcanzarás a oír su voz envenenada.