Es la corrección personificada. Siempre hace lo que se espera de ella y rara vez se permite el lujo de saltarse las normas o desatender sus obligaciones. Es reflexiva, intimista, sensible e impresionable. Por su fuera poco, Sofía goza de una intuición que resulta sorprendente. Suele ser muy posesiva, tanto con sus amigos como con su pareja, pero, sobre todo, con sus hijos, a los que protege demasiado.