Odia pasar inadvertida. Le gusta ser el centro de la atención y que todos estén pendientes de ella y se las ingenia para atraer las miradas ajenas. Tanto afán de protagonismo es contraproducente y suele suscitar las críticas y envidias de su entorno. En el fondo, Samanta es un alma cándida fácil de impresionar. Sentimentalmente, se enamora con la misma facilidad que olvida.