Parece que las dificultades y sinsabores no hiciesen mella en Milagros. Al menos, los afronta siempre con una sonrisa en la boca. Esta actitud le permite lidiar con cualquier problema y la convierte, además, en un apoyo imprescindible para sus amigos. Generosa, desprendida y amable, carece de malicia y egoísmo.