Maite no pasa nunca inadvertida. Por una u otra razón, destaca por encima de la media, su pundonor y prurito profesional hacen de ella una persona muy competente y dispuesta siempre a asumir nuevos retos laborales, pero mas por su deseo de enriquecimiento personal que por ganar dinero. Desconfía de las grandes palabras y cree mucho mas en las motivaciones individuales.