Lázaro es una persona cuanto menos curiosa. Parece que se mueve sólo por su propio interés, pero de vez en cuando sorprende con una curiosidad y solidaridad que, en principio, no cabía esperar en él. Su estado de ánimo es muy voluble, por eso es difícil saber con exactitud qué piensa en cada momento. En el amor, es un idealista y aspira a vivir una gran aventura romántica.