Tiene un carácter fuerte y dominante e impone sus criterios, aún a sabiendas de que puede estar equivocado. La competencia, lejos de asustarle, le motiva para seguir adelante. Su ambición y su desmedido deseo de éxito hacen que, normalmente, acabé logrando sus objetivos. Cree en el amor de pareja, pero rehuye los compromisos que enamoran del vínculo matrimonial.