Independiente y bastante alocado, dice no someterse a los convencionalismos, aunque, en el fondo, en un verdadero esclavo de ellos, se le llena la boca de grandes proyectos y causas solidarias, pero no puede desprenderse de una pátina de charlatán que hace poco creíbles sus buenas intenciones. En el fondo es una buena persona, pero le pierde su deseo de destacar en todo momento.