Socarrón y amable, Justino resulta un tanto adusto para los que no le conocen, pero tiene un corazón de oro. Adora a su familia y vive por y para sus hijos, de cuya educación se muestra siempre muy preocupado. Le gusta estar en contacto con la naturaleza y la vida en el campo. Es atento y muy cariñoso con su pareja.