Busca el consuelo que el cielo brinda a los que reciben los dolores con paciencia y amor.
Si la persona a la que amas más que a nadie, más que a ti mismo, fue ingrata contigo, no te pongas triste, pide al Padre que la acompañe y que cada día la haga más feliz.
Entrega al Padre, que es infinitamente comprensivo, todas las personas que amas y ámalas tú también.